En ese momento
adiviné que ahí estabas
y vos te levantaste sin estar
sin siquiera pensar en algo similar.
En eso
cayeron mis pedazos
como olas moribundas ante tus ojos
de arena vuelta vidrio
- ante tu ser imaginario.
Y te construí
del sueño, de mi soledad ya habituada
a construirte
a hacerte masa antropomorfa.
Luego tuve que dejarte
antes que fueras demasiado real.
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