domingo, 19 de julio de 2009

¡GANAMOS! TODO SERÁ MEJOR




“Gallo-gallina”, así califico el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya respecto al litigio entre Nicaragua y Costa Rica por el Río San Juan. “Ganamos todos”, fue la expresión que utilizó nuestro presidente Ortega respecto al fallo, los ticos recibieron con beneplácito y satisfacción la decisión del tribunal, y de esta manera quedó sentada la postura de ambos gobiernos. A Cesar lo que es de Cesar. Pero lejos de la realidad jurídica que se remite a laudos, interpretaciones y resoluciones existe una realidad palpable, que es la de la población del Río San Juan, que a pesar de ser uno de los departamentos más exuberantes y extensos del territorio nacional es una zona presa del olvido y la desidia, una tierra comandada por villanos terratenientes y transnacionales usureras que en su limitadísimo lenguaje solo entienden de beneficio propio.

Solo con darle vuelta atrás a la página de nuestra historia nos damos cuenta de la inmensa importancia del Río para el país, siendo ruta de entrada de embarcaciones durante más de tres siglos; producto de un ambicioso proyecto de un canal interoceánico y paraje de la codicia y de pugnas interminables entre nicas, ticos, gringos, franceses y todo gato gordo que se interesara por el botín. Se vino la anexión de Guanacaste y la Barra de Nicoya ¡ah sí hombre, vos me ayudaste a sacar al chele Walker, no te agüevés que ahí te doy tu tajadita! 1858, tratado Cañas-Jerez (o al revés si lo prefieren); cito textual de su artículo 6: “La República de Nicaragua tendrá exclusivamente el dominio y sumo imperio sobre las aguas del río San Juan desde su salida del lago hasta su desembocadura en el Atlántico”(…) “Pero la República de Costa Rica tendrá en dichas aguas los derechos perpetuos de libre navegación desde la expresada desembocadura hasta tres millas inglesas antes de llegar al Castillo viejo con objeto de comercio”; es que desde que esto comenzó ya olía feo; ya dije y reitero “gallo-gallina” y la fiesta sigue porque hay mucha tierra para dar.
Pero claro, también hay que comer para adentro para emparejar la cosa, así desde Somoza se han venido apostando un manojo de empresas, de surtidos enclaves y concesiones jugosas que han declarado su propia soberanía ¡porque ahí reina la ley del monte! Hace menos de dos décadas que se declaró a la reserva Indio-Maíz (Río San Juan) área protegida, mas por moda ecológica que por verdadera conciencia, pero eso no impide que todos los veranos la maderera Plywood extraiga troncos al margen de la ley y aniquile al segundo pulmón más grande de Centroamérica…“Santa Plywood es la patrona local. Donde la Plywood no llega, no hay caminos ni tampoco hay impuestos porque no hay forma de cobrarlos. Las alcaldías de la zona son casi impotentes sin la colaboración de la Plywood”. Y también los Pellas con su inmensa fábrica de naranjas, que por ahí rueda el cuento que es la más grande del mundo; y la United Fruit con la palma africana (ya mencionaba el sabio Galeano en su obra Días y noches de amor y de guerra, a la United Fruit que había cortado de un tajo la Reforma Agraria en Guatemala). Y al pueblo como siempre, mameluco. Testimonio de una denunciante de las atrocidades: “Genoveva Gaitán Matamoros, de 25 años de edad, originaria de San Miguelito, dice que el señor Juan Reyes le hizo la cariñosa oferta de pegarle 4 balazos para que no ande de “chischil” con esos ambientalistas que no lo dejan ganarse los reales. El se los gana terminando con nuestros bosques y con nuestras vidas, porque el bosque es la vida de todos: gente y animales". Esa es la triste historia líquida de un lugar abandonado, como sacado de un cuento nefasto.

Pero ahí no termina la cosa, esto va para largo; hace poco me dijo un sociólogo que en Nicaragua radican varios problemas endémicos, uno de ellos el llamado centralismo (hay un dicho que Nicaragua es Managua y nada más, así decían timbucos y calandracas de sus ciudades, y así sucesivamente por los tiempos de los tiempos amén), otro, el de los gobernantes monolíticos que no le sueltan la teta a la patria. Entonces para cuadrar la idea de forma menos prosaica hay todo un comportamiento social, político y cultural de mezquindad, desunión y falta de tolerancia que nos estanca; producto de ello los lomazos, dictaduras, guerras civiles y toda suerte de actos macabros, “en arca abierta el injusto y hasta el justo pecan”, y así como mientras los canes locales pelean por el hueso los vecinos se nos van apoderando de la tierra en una cruzada colonizadora postmoderna. Pasó con Honduras, Colombia y Costa Rica…y ahora Costa Rica de nuevo.

Volviendo al caso, si bien es cierto se otorga la soberanía a Nicaragua sobre el Río (entendiéndose soberanía como la supremacía atribuida a un orden jurídico) se limita la misma al darle a Costa Rica la atribución de poder navegar en un trecho con “propósitos de comercio” (de la interpretación de esta frase se fue en el saco la industria turística de las que ni el Sr. Cañas ni el Sr. Jerez tenían la menor idea) y que quede claro que bajo ningún motivo autoridades nicaragüenses pueden cobrar ninguna clase de visa ni cobro por pase, aunque en la frontera tico-nica a los paisas mortales sin visa gringa se nos sigan clavando veinte lolos, eso es como que le regalés una paleta a un niño con la condición que la comparta con otro niño, sino no hay paleta, ¿entonces en qué quedamos? ¡Ahhh es que nosotros los señores jueces del Tribunal somos democráticos, y damos a cada cual lo suyo! Y menos mal porque dicen que la Asociación de Rottweilers de Cartago estaba lista y afilando colmillos por si acaso.

Pero habría que ir al margen del Río para comprender realmente, ahí cuando se habla de centro de salud es el situado en la ribera tica, igual con la escuela, con el trabajo, con el desarrollo; ahí circula el colón y se habla haciendo énfasis en la “S”. Recuerdo el caso del municipio de Cárdenas que pretendía anexionarse a nuestro vecino del sur por el abandono territorial de un gobierno central que solo llegaba a hacer la mueca; entonces no abona en nada tirar los problemas al aire si somos nosotros los principales culpables de que esa sea una zona fantasma. Se requiere de la iniciativa de todos los sectores, aunar esfuerzos en pro del desarrollo, del progreso y el respeto a la ley, que el gobierno y sus instituciones tomen suero para desintoxicarse el organismo y así poder llegar a la zona con proyectos reales y no demagogia, que se fomente el hermanamiento y la unión del pueblo nicaragüense en cada espacio. Porque no basta con repetir “El Río San Juan es Nica” como si fuese un spot publicitario.

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