jueves, 18 de junio de 2020

El anhelo de las diosas es encontrar la muerte


We are stars now
In the dope show
Marylin Manson


Sólo los ojos
pares de ojos  
unidos unos a otros, sin pestañear
El bellísimo temor de no romperme los huesos
la extática imagen de la sangre cubriendo el tabloncillo
Gerardo Arana en primera fila escribiendo Meth Z
Iluminado apenas por un candil
que también proyecta a mi abuela sonriente
orgullosa de mí, cubierta con su chal andino.
Brujitas y siemprevivas brotando tras la lluvia
el olor a tibio recién hecho
unas manos artríticas sosteniendo la taza.
Los primeros rayos de luz de la mañana anterior
mientras a tientas buscaba mi calzón
mientras D se daba la última ñateada
y sus gatos peleaban sobre la mesa.
Todos mis vestidos agujereados por quemaduras de cigarros
todas mis voces siendo apagadas
por D, por la lluvia, por el colapso del sistema.
Los recuerdos son pequeñas dosis de muerte
mi padre llevándome a mi primer ensayo
un río espumoso
rótulos de Eskimo
payasos despintados en un semáforo
la distorsión de una guitarra eléctrica saliendo del cuarto de al fondo
Me administro la muerte a microdosis
me asomo al borde  
estoy presa en una pecera de aguas oscuras 
soy un escenario acuoso
mi corazón es repartido tras bastidores
me gustaría mostrarles cómo
pero debo estar aquí y entretener
a los conductores que llevan guantes de látex
a las estatuas doradas y a los trabajadores del INSS
que no pagaron y vinieron a desgano.
¿Cuántos buitres pueden circundar un cadáver?
mi esqueleto es clasificado en bolsas transparentes
por forenses que mandan versos a las enterradoras
para luego juntarse a danzar boleros febriles
y a leer poesía diabólica en los cementerios.
Llevo navajas atadas a mis pies
pero estoy tan lejos que no puedo cortar a nadie
y tan hastiada de todos, que ya nadie puede hacerme nada
Mi refugio está hecho de oscuridad
soy el show hecho carne
soy quien maneja las tramoyas
y quien rompe el cerco para emerger entre ustedes
y observarme a través de sus ojos.


                                                    (*) Foto por Stephania Arce

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