martes, 22 de diciembre de 2009

BAJO EL DISFRAZ

Quise hacer justicia por mis propias manos. El animal era voluminoso y pardo. De su hocico salían chorros de baba que entrampaban hormigas al caer al suelo. Fruncí el ceño como para alertarle del duelo, el animal hizo un chasquido y sostuvo con mayor presión mi bolso.
Jamás me habían asaltado y me decidí a luchar a muerte con tal de frustrar el acto ¡qué sabrán las bestias de las cosas que guarda una mujer en su bolso!
Sus ojos amarillos brillaban intensamente, no parpadeaba, – te ordeno que regresés ese bolso a mis manos horrenda bestia- su pelaje era muy tupido y de aspecto espinoso.
Le salté encima, tuve pesar por mis uñas porque hacía apenas dos días me había hecho la manicura, pero igual se las enterré en su cuello peludo y grasiento. El animal abrió sus inmensas y apestosas fauces dejando ver su amarilla y filosa dentadura. Tuve miedo, lo admito, pero la adrenalina se había apoderado de mis acciones por completo, me dispuse a enterrarle mi puño en su dura quijada. Ya a esas alturas estaba que era un desastre, peor que ama de casa luego de la faena de todo el día. Me sentía sucia, despeinada y por la agitación imagino que se había desprendido algún arete o una pulsera o algún botón de la camisa ¡En qué momento me crucé con este monstruo imbécil!
Estoy atrasada, seguro ya empezó la novela, con lo emocionante que va a estar. Y luego hacerme la mascarilla y depilarme las piernas porque mañana me quiero estrenar la falda, qué dirá la envidiosa de Carmen al verme, se va a carcomer por dentro.
El cretino animal me sacudió, me levantó en el aire y me lanzó a dos metros de distancia. ¡Estúpido! por su culpa mi fina nariz quedó a pulgadas de un seto (con lo cara que me salió la cirugía) y mi zapato se rayó contra la acera. Ahora si lo mato, y no sé de donde saqué el salto para irmele encima con la punta del tacón, que le impactó en su horrenda cara. Caí abruptamente, el animal se incorporó, abriendo un zipper de su abdomen del cual salió un joven delgado que se echó a correr con mi bolso en la mano.

No hay comentarios: