lunes, 26 de octubre de 2009

PIROMANÍA


Aprendí a hacer el amor en silencio y a oscuras.

¿Argumento?
- Devorarnos a ciegas, como perros de caza vendados, oyendo el rugir del mar en nuestros cuerpos ocultos.

Ella solía pasearse descalza por todo el perímetro, lanzando bocanadas de humo en forma de barcas o flautas.
Despertaba empapado en sudor porque no sentía su piel ni su olor. Meaba la cama y le prendía fuego. Saltos, risas y saltos.
La noche era nuestra, completamente nuestra.

Y había amor en el jardín y en el patio, debajo de cada piedra, en los caminos y en la playa. Y cada pisada suya era un canto, un capullo, y cada bocanada de humo una flauta dentro de una barca a la deriva, en un mar que ruje mientras aprendo a hacer el amor en silencio y a oscuras.

[+]En la noche hay una casa que arde.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

q deseo tan incandescente te motivó a este texto poeta?

Anónimo dijo...

alguna hembra incendiaria!!jajaja