Tierno ombligo cráter lunar
en el que poso mi lengua terráquea
que palpita sísmicamente
húmeda como un estuario
abriéndose al inmenso mar de tu cuerpo.
Te siento en silencio y a oscuras
tu corteza divina, carnosa y dulce
que camufla burbujas freáticas.
Tu cuerpo,
ese ente clandestino y subterráneo
habitáculo de microcriaturas cósmicas,
hipocentro causante y culpable
de mis más tremendos estremecimientos.
Mi vida entera se ha quedado estática
en tu era divina y anómala.
El planeta entero gira estrepitosamente
mientras yo poso mi lengua terráquea en tu graben.
1 comentario:
no estudias leyes?
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