lunes, 14 de septiembre de 2009


Es impresionante saber que el mundo gira en diversas direcciones,
cambia de eje de un momento a otro
es feliz, melancólico, lunático, tierno, vil...todo a la vez.
A veces se queda viéndolo a uno,
sí, apoyando su invisible dedazo sobre el remolino que se forma en la testa
y uno da vueltas y vueltas.
Y el mundo sigue ahí, estático, cagándose de risa de uno.
El mundo es como un gran sueño que alberga los sueños de todos,
el sueño de las vacas, de las mujeres, de los camellos, del volcán, del río, del ave... cada cabeza es un mundo y el mundo es la confluencia anárquica de todas las cabezas.

No hay comentarios: