martes, 5 de mayo de 2009

EL FIN DE UNA LUZ




Luna plateada
Que lucha contra un cielo oscuro y terráqueo
En una noche en que el viento trae temor y lamentos
Y la mar vomita los cuerpos
De estrellas muertas que han caído en silencio.

El suelo es un vil espejo
De un sueño terrible convertido en lamento
Y el fuego se mece perplejo
Antes de caer extinto al infinito tormento.

El fin tiene un pulso, un traqueteo constante
Trompetas y tambores de sonidos fósiles
que resuenan en un eco vibrante
percibido apenas por una tierra marchita
que muere de a poco en un momento flotante.

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