jueves, 25 de enero de 2018

POESÍA LAXA PARA ANIMALES SALVAJES

 I

El idiota, ya nada puedo hacer por él
                                                                                             Él se quemará mirando al sol…
Pescado Rabioso
                        

El bosquejo
escrito en papel de liar, o de lija
frunciéndose en tu mano de seda.
Intermitente y tibia sangre
que se cuela en los poros de la arena ocre.
Piel cauterizada
y la trampa que se eyecta por los aires
y te vuela verga, incesantemente
como para que te calles de una vez
               porque
ya que más dan las estructuras
si saltamos cada vez que nos llaman
              /por nuestros nombres/
si del superego asoman más sombras
siluetas grandilocuentes
               que se reproducen en los ocasos.
para, ahora sí y en su terreno, seguir volándote verga.
Ya no me salvés, de esto que llaman
el destierro de uno mismo
dejame en dos actos:
1)    dejá que los perros rabiosos me despedacen la carne
2)    y que las gargantas me engullan
para soltar la cuerda con romance y con estilo.
Acá me separo de la intro que te compuse
entre lisérgicos y mezcales
acá te dejo varada, en la nada abrasante.