lunes, 28 de junio de 2010

SOMA

                                                               http://revistasoma.net/

martes, 22 de junio de 2010

EL LLANTO


No, no lloremos mi amor
o mejor si, sabés
llorémoslo todo
lloremos el desayuno y el hambre
lloremos por los ciegos´
por los que no saben llorar.
Lloremos porque es bueno
porque limpia el espíritu y los ojos
lloremos por lo que es justo llorar
y por todo lo demás
porque te aseguro mi amor
que de eso nadie llora.
Lloremos porque hemos sufrido
y hemos sido felices
y sufrido de nuevo
y acá estamos llorando.
Lloremos por el pasado
y por lo que se viene
lloremos por la inestabilidad
y la frialdad de los témpanos
que también lloran
Lloremos porque es de noche
y afuera llueve mi amor
y todo es llanto
y todo es tan digno de llorar.
Lloremos por los que aman
y por los que se desamoran
por los que se desahogan peleando
o lanzándose a precipicios.
Lloremos por lo lindo y sincero
de nuestro llanto.



 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
***
[+] Imagen: Tango, James Jean.

sábado, 19 de junio de 2010

   C  anibalismo
                                     U  ngido por la humanidad sacrílega 
                 L  ujuria para los fieles
                         P  ara el consumo del exceso
                  A  leluya de la extinción 

viernes, 18 de junio de 2010

ENTREMÉS (VI)

*** Chico calcula puntería con un ojo cerrado, lanza la piedra esférica que salta hasta rebotar en la pasta de una vieja copia del canto de guerra de las cosas de Joaquín Pasos y piensa en que lo que le falta es práctica pero qué importa eso si cuando llegue a viejo no habrá piedras para lanzar ni agua ni corazones en los cuerpos de los hombres, como él que soñó tener tres corazones, uno para cada una de sus mujeres amadas pero talvez está muy chiquito para amar y eso no deberá importar mucho a estas alturas porque quizá lo esencial después de todo es la puntería porque sin ella no podrá matar enemigos como lo hizo su papa en la montaña defendiendo una causa perfectamente inventada.

martes, 15 de junio de 2010

LLAMARADA


El Cano ha perdido las esperanzas, porta temblorosamente el puñal en su mano derecha, la misma que ha tirado semillas, recogido los frutos, escrito con tiza el abecedario para los chigüines, en fin esa mano tiene una historia que ahora es para él cuestión accesoria. Sus venas son un hervidero de hormigas locas, el viento le despeina la furia y lo empuja a hacerlo, aunque jamás lo haya hecho, aunque haya jurado no dañar a nadie nunca pero con solo el recuerdo de los gritos, el sonido de la coyunda impactando, aquella sonrisa socarrona que creía conocer tan bien pero que lo había traicionado en este final donde las cosas pretéritas son materia del olvido…todo eso era sangre espesa, explosiva y provocaba que las hormigas corrieran más rápido dentro suyo. Y ya está (se dijo), eso fue, una estocada, cosa tan básica como jincar una sandía o pinchar la carne del almuerzo. Aun y la simpleza del acto él se incendió por dentro, se hizo llamarada alimentada por la maldición de la venganza, por faltar a su principio supremo de no violencia. Mientras se consumía pensaba si aquello había valido la pena ¡hasta cuando se le ocurría pensar en alternativas! sentía que lo invadía una sensación humana, quizá la última, algo similar al arrepentimiento. Decidió extinguirse para compensar, para quedar parejo. Fuego con fuego se apaga. A su llegada, los oficiales encontraron a su teniente con la expresión inmóvil de asombro (su última cara) y un puñal clavado en su tórax y en el piso líneas de ceniza roja regada.

jueves, 10 de junio de 2010

SI QUERÉS LA INTEMPERIE

Que te quede claro
  que afuera
    ya no estarás más a mi resguardo
      y más allá te habré olvidado
       más allá serás polvo, arena al viento
         pedazo perdido de pluma
           de ave panzona, vieja, triste.

          Afuera no hay tejados
       ni calor de paredes ni marcos de puerta
    ni siquiera armarios ni ropas en molotes.

   Tus zapatos se irán destapando
      la epidermis se resecará
        caerá desquebrajada, como muda de culebra
          por el sol que succiona vidas
            para iluminar el día con energía robada.

            Afuera hay grandes imperios
              sobre cuerpecitos oprimidos
                escuálidos, muertos de frío.

               Afuera chupan las venas a la tierra
           pasan de cero a cien en cinco segundos
        la especulación devora economías
     se sienta en su trono e inventa las cifras
  de la educación, del petróleo, de los sueños.

  Afuera todo está repleto de nada
    pareciera mentira pero aquí estás a salvo
      del machismo, de la deuda externa
        de la lluvia ácida
          de tus propios pasos que das con miedo
            porque sabés que afuera no me vas a tener
              y eso te aterra.

miércoles, 9 de junio de 2010

DESEOS REVUELTOS

En ese momento
adiviné que ahí estabas
y vos te levantaste sin estar
sin siquiera pensar en algo similar.

En eso
cayeron mis pedazos
como olas moribundas ante tus ojos
de arena vuelta vidrio
- ante tu ser imaginario.

Y te construí
del sueño, de mi soledad ya habituada
a construirte
a hacerte masa antropomorfa.

Luego tuve que dejarte
antes que fueras demasiado real.

jueves, 3 de junio de 2010

A GRANDES RASGOS


Soy un niño, de pequeños y elementales sentimientos, casi instintivos diríase, soy cuestiones básicas como el hambre, la necesidad de dormir o la sonrisa estimulada por un cerebro viajero. Si, en eso si soy bueno, soy artífice de innumerables travesías desde la comodidad estática de la cama, reconozco el color de la tierra roja de Zimbadwe, fui de los últimos navegantes del Aral antes de su desertificación, he explorado los arrecifes de Fiji, pero sinceramente prefiero el coral antillano; las cumbres del Himalaya también las conocí, eso fue a mis seis años cuando me fundía en fiebres y baños de sudor y al borde de la muerte alucinaba con la vida multicolor y sonreía inmensamente. Soy enfermizo, hipocondríaco y paranoico, soy de corazón pequeño, cosa no atribuible a la genética ni a la enfermedad como suelo achacar, ese corazón está entretejido por una red de conductos canalizadores de mi sangre tibia que paradójicamente se enfría con rapidez, como si llevara un refrigerante y en eso quizá usted lector pueda serme de ayuda porque aun no logro dilucidar si la frialdad proviene del obrar mediocre del hipotálamo (órgano rector de la temperatura corporal) o es cuestión del movimiento lento del corazón. A veces, sobre todo cuando se nubla el desierto, me vuelvo animal, perro traicionero y maldomesticado, felino arisco y escurridizo, oso solitario de ojos tristes, a veces también soy una estampida, un cardumen, una horda, una jauría. A veces soy sol radiante a veces luna eclipsante y marmórea. La felicidad es un estadio, al igual que la tristeza, el desconsuelo, la ira, la nostalgia, el recuerdo de sus besos, de sus labios de pétalo de azucena, de un juego de infancia, de alguna locura adolescente y desmesurada, del dedicado arrullo de mi abuela, del olor que despide el eucalipto, de la erupción del Cerro Negro. Vivo en cuentas regresivas, en momentos falsos y en historias que nunca han existido, retrotraigo situaciones que debían ser mejores, pero (evocando a Kundera) el hombre nunca puede saber qué debe querer, porque vive sólo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni de enmendarla en sus vidas posteriores. Preparación para lo incierto: esa es una constante, como una campana que oscila en un viento de direcciones fluctuantes, como una hoja liviana que se deja llevar fácilmente. Quizá requiera más peso, quizá muchas cosas, quizá el ascetismo o la conversión a un dogma o la creación de alguna secta anarquista y caótica, quizá muchas cosas. Un insecto de lluvia camina dificultosamente sobre el pelaje de mi brazo, se detiene, siente el peligro de ser aplastado por una mano, aun así permanece inmóvil como si se sintiera gustoso de ese contacto. Veo al animal invasor y pienso: - no estoy solo, tengo al mundo y este me tiene a mí, podemos abrazarnos, pelear, intimarnos secretos, llorar, sonarnos los mocos. La extraño, a ella y cada componente de su ser. Bruno es un antifaz, un desdoblamiento de la realidad, un sendero borgiano que se bifurca, una poética trampa, un arma letal para sus ojos. Después de esto usted me podrá llamar por mi nombre.

martes, 1 de junio de 2010

SOLEDAD ES UNA AMARGA COMPAÑÍA

* Bruno imaginó que un año y dos meses es tiempo suficiente para amar y decidió dejarlo todo en nombre de su tan anhelada soledad que se había extraviado hace mucho, exiliada a lugares tan absurdos y oscuros como cajones, rincones de roperos o debajo de las camas. Soledad está pues de vuelta y más bella que nunca pero él (por alguna razón que desconoce como desconoce todo de sí mismo) ya no la quiere, ya no siente la sincronización en los pasos ni el sabor de su dulce egoísmo, ya no sabe qué es la libertad porque libertad sin amor no tiene caso; Bruno está deshecho y no desea más que deshacer todo su acto maldito y cobarde y deshacerse en vida de paso; está irrevocablemente solo y se detesta porque no sabe decir lo que siente ni expresar más que su ego-monstruo inmenso que aplasta y autodestruye. Bruno es un sujeto engañado por su propia mente, pero al fin de todo sigue vivo y aunque erróneo, ha trazado su camino y asumido su destino. *